¡No seas sucio!
Limpiar la instalación fotovoltaica es la forma correcta de garantizar unos niveles óptimos de producción de energía y la ausencia de muchos fallos, como puntos calientes o delaminación.
Yuxtapongamos la construcción de paneles fotovoltaicos con su limpieza. ¡No seas sucio!
He aquí los elementos básicos del diseño de paneles fotovoltaicos:
- Células fotovoltaicas: son los componentes principales de cualquier panel, normalmente de silicio. Estas células son capaces de convertir la luz solar en corriente continua mediante el fenómeno fotovoltaico. Según el tipo, los paneles pueden contener células monocristalinas, policristalinas o de capa fina.
- Vidrio templado: La capa exterior del panel que protege las células fotovoltaicas de factores externos como la lluvia, la nieve, el granizo, así como de daños mecánicos. El vidrio templado también está diseñado para maximizar la penetración de la luz solar en las células fotovoltaicas.
- Marco: Normalmente de aluminio, el marco proporciona estabilidad estructural al panel y facilita el montaje y la instalación.
- Capa posterior: Protege el panel por detrás, proporcionando aislamiento y protección contra la intemperie.
- Cables y conectores: Permiten que la electricidad generada se transfiera de forma segura al inversor y posteriormente al sistema eléctrico doméstico.
- Caja de empalmes: suele estar situada en la parte posterior del panel y contiene los diodos y conectores que ayudan a gestionar la producción y el flujo de energía.
¡No seas sucio! Impacto de la limpieza de los paneles fotovoltaicos en la producción de energía:
La limpieza de los paneles fotovoltaicos influye directamente en su eficacia y en la producción de electricidad. La suciedad, el polvo, las hojas, los excrementos de pájaros y otros residuos pueden impedir que la luz solar llegue a las células fotovoltaicas. Esto, a su vez, se traduce directamente en una reducción de su productividad. Incluso una fina capa de suciedad puede reducir significativamente la eficacia de los paneles, en algunos casos hasta un 5-20%. La limpieza periódica de los paneles los mantiene en condiciones óptimas y maximiza la producción de electricidad.
La frecuencia óptima de limpieza depende de varios factores, como la ubicación de la instalación, la presencia de contaminantes en el aire y la inclinación de los paneles. En algunos casos, la limpieza natural con la lluvia puede ser suficiente, pero en zonas con altos niveles de contaminación atmosférica o en instalaciones horizontales donde la suciedad tiende a acumularse más rápidamente, puede ser necesaria una limpieza periódica para mantener la plena eficacia del sistema.
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